RDD-N23-Septiembre-2021
44 ISSNe 2445-365X | Depósito Legal AB 199-2016 Nº 23 - SEPTIEMBRE 2021 tros educativos y en las tertulias pedagógicas, la designación de las competencias emocionales en el ámbito educativo da lugar a ciertas discrepancias conceptuales, puesto que se puede encontrar tanto como competencia emocional, como com- petencias emocionales o competen- cias sociales-emocionales Hay que destacar que, superando estas dis- tinciones léxicas, el significado de los conceptos es idéntico (Bisquerra y Escoda, 2007). Consiguientemente, conviene definir el concepto de competencias emo- cionales como el conjunto de co- nocimientos, capacidades, habili- dades y actitudes necesarios para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apro- piada los fenómenos emocionales (Bisquerra y Escoda, 2007). Paralelamente surge un concepto que ha tomado una indiscutible re- levancia en esta materia y Goleman (1996), haciendo mención a una nueva manera de ser inteligente, lo denomina inteligencia emocional , tratándose de un conjunto de carac- terísticas clave para resolver con éxito los problemas cotidianos, como la habilidad de automotivar- se y sobreponerse a las decepcio- nes, controlar los impulsos, regu- lar el humor o mostrar empatía . [La inteligencia emocional integra] la habilidad para percibir, valorar y expre- sar emociones con exactitud; la habi- lidad para acceder y/o generar senti- mientos que facilitan el pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habi- lidad para regular las emociones pro- moviendo un crecimiento emocional e intelectual (Pacheco y Berrocal, 2004) Con toda esta información podemos fácilmente identificar la necesidad de integrar la educación emocional en los primeros niveles de la educa- ción primaria, concretamente la con- ciencia emocional y la regulación emocional como punto de partida hacia el desarrollo de la totalidad de las competencias emocionales. Esta conciencia emocional la en- tendemos como la capacidad para percibir con precisión los propios sentimientos y emociones, identifi- carlos y etiquetarlos, y permitien- do la posibilidad de experimentar emociones múltiples , así como de reconocer la incapacidad de tomar conciencia de los propios sentimien- tos a causa de inatención selectiva o dinámicas inconscientes (Bisquerra y Escoda, 2007). En referencia a la regulación emo- cional , Bisquerra y Escoda (2007) establecen que se trata de la capa- cidad para manejar las emociones de forma apropiada y supone tomar conciencia de la relación entre emo- ción, cognición y comportamiento , tener buenas estrategias de afronta- miento, capacidad para autogenerar emociones positivas, etc., y afirman que la regulación emocional permite: • Tomar conciencia de la interac- ción entre emoción, cognición y comportamiento: los estados emocionales inciden en el com- portamiento y estos en la emo- ción; los dos pueden regularse por la cognición. • Expresión emocional: capacidad para expresar las emociones de forma apropiada. Habilidad para comprender que el estado emo- cional interno no necesita corres- ponder con la expresión externa que de él se presenta, tanto en un mismo como en los otros. • Regulación emocional: regulación de la impulsividad, tolerancia a la frustración para prevenir estados emocionales negativos y perseve- rar en el logro de los objetivos a pesar de las dificultades, capaci- dad para diferir recompensas in- mediatas a favor otros más a largo plazo, pero de orden superior, etc. • Habilitados de afrontamiento: Ha- bilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de estrategias de autorregulación que mejoran la intensidad y la duración de tales estados emo- cionales. • Competencia para autogenerar emociones positivas: capacidad para experimentar de forma vo- luntaria y consciente emociones positivas y disfrutar de la vida, favoreciendo, así, el propio bien- estar subjetivo en busca de una mejor calidad de vida. Educación emocional y aprendizaje lingüístico Después de haber tratado todos estos aspectos emocionales, es con- veniente enlazar la educación emo- cional con los aspectos lingüísticos, lo cual conduce a hacer mención a la teoría Vygotskiana de la génesis social del individuo, en que se habla de la “ley de la doble formación” (Vy- gotski, 2010): todas las funciones superiores del individuo se originan a través de las relaciones sociales y, posteriormente, la internalización de estas relaciones a nivel individual (Rivière, 1988). De estas palabras se desprende la importancia de las relaciones so- COMPETENCIAS EMOCIONALES Inteligencia interpersonal Conciencia emocional Competencia social Regulación emocional Autonomía emocional Figura 1. Bloques que integran las competencias emocionales (extraído de Bisquerra y Escoda, 2007).
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