Resumen: El siguiente artículo está centrado en la reflexión sobre la posible inclusión de estereotipos sexistas en los cuadernillos de lectoescritura empleados en Educación Primaria.
Palabras clave: Educación Primaria; Lectoescritura; Coeducación; Estereotipos de género.
Abstract: This paper is focused on the possible inclusion of sexist stereotypes on the writing booklets used on Primary Education.
Keywords: Primary Education; Writing; Coeducation; Sexist stereotypes.
ESTEREOTIPOS SEXISTAS EN LA LECTOESCRITURA
Estereotipos sexistas en lectoescritura #CEdRevistaDigitalDocente Share on XÍndice de contenidos
La transmisión de valores en la escuela
El tema principal de dicho artículo está conectado con el ámbito educativo y con una de las realidades más complejas a las que nos enfrentamos como docentes: el machismo, que se afianza tradicionalmente en estereotipos sexistas inoculados desde la niñez. Para ello, es necesario que como educadores reflexionemos sobre uno de los contactos iniciales del alumnado con la lectoescritura, como son los cuadernos actuales de diferentes editoriales. Es fundamental ser muy críticos con los posibles roles de género, reflejados en el lenguaje e ilustraciones de estos materiales didácticos. Todo ello enfocado a la mejora del sistema educativo y la sociedad en general.
Según Díez (2013), la escuela no está solo y exclusivamente para enseñar; la escuela transmite valores, acompaña a los alumnos y a las alumnas, les da fuerza para afrontar sus miedos, les proporciona afecto, confianza y les ayuda a valorarse y valorar al resto de compañeras y compañeros. Es responsabilidad del profesorado ofrecer materiales didácticos que potencien la igualdad de oportunidades y la educación del alumnado en libertad. En este sentido, los cuadernos de lectoescritura son decisivos, pues son uno de los primeros acercamientos del alumnado a la lengua escrita. Para evitar la transferencia y perpetuación de los estereotipos sexistas, es crucial aportar criterios críticos en la selección de los materiales en el aula.
Como docentes debemos reflexionar sobre qué educación le estamos dando a nuestros alumnos y hacernos una serie de preguntas: ¿Cómo se presentan los cuadernos de lectoescritura desde la perspectiva de género? ¿Cuáles son los roles asignados a cada género? ¿Los cuadernillos de lectoescritura transfieren estereotipos sexistas o contribuyen a la coeducación?
Marco teórico
En primer lugar, debemos distinguir entre “sexo” y “género”. De acuerdo con las afirmaciones de Puleo (2000), cuando utilizamos el concepto “sexo” hacemos referencia a las características biológicas con las que cada ser humano nace, que tienen su origen en la naturaleza y hacen distinción entre hembra y macho.
Por otro lado, el término “género” contempla las concepciones sociales sobre las diferencias sexuales y abarca aspectos como los distintos papeles que se le asignan a una persona según su condición sexual.
López (1984) define “rol de género” al conjunto de comportamientos, actitudes o sentimientos, con origen principalmente cultural, considerados propios del sexo masculino o del femenino. Éste se adquiere entre el primer año y medio y los cuatro años de edad, pero no es hasta los seis años cuando se produce la fase de permanencia.
Los roles son conductas que se aprenden en la sociedad, en la que se enseña a catalogar actitudes, comportamientos, tareas e incluso juegos con etiquetas de masculino o femenino. Para Varela (2014), el machismo es “un discurso de la desigualdad” que se asienta en la afirmación de que el sexo masculino es superior al femenino.
Los estereotipos son fieles reflejos de una cultura y una historia y como tales van a nacer y mantenerse porque responden a las necesidades que tiene tal contexto de mantener y preservar unas normas sociales ventajosas para él (González, 1999).
La coeducación
Delors (1996), en su informe para la Comisión Internacional de la UNESCO, afirma que la educación debe apoyarse en cuatro pilares básicos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir con los demás y aprender a ser. Todo ello vemos que queda perfectamente recogido en el concepto de coeducación.
Si examinamos cualquier aula de Educación Primaria, se siguen produciendo distinciones entre juegos y objetos para hombres o para mujeres, al tiempo que existen situaciones en las que se considera el sexo masculino como superior.
La coeducación es la intervención explícita e intencional de la comunidad escolar para propiciar el desarrollo integral de los alumnos, en donde se presta especial atención a la aceptación del propio sexo, el conocimiento del otro y la convivencia enriquecida de ambos Santos (1984)
La educación conjunta e igualitaria de hombres y mujeres debe deshacer la afluencia de estereotipos presentes en la sociedad, promoviendo valores como el respeto, la tolerancia, la libertad, la amistad y la igualdad de oportunidades para ambos sexos.
De acuerdo con Del Amo (2010), el concepto de coeducación ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Uno de los momentos clave fue la década de los años setenta. El paso de un régimen autoritario a la democracia constitucional en España da un giro a la idea de la educación: la sociedad empieza a preocuparse más por el acceso a la escuela y reclama que éste sea igualitario para hombres y mujeres. Por otro lado, en la década de los ochenta surgieron numerosas leyes cuyo principal objetivo era suprimir la discriminación y la supremacía del sexo masculino sobre el femenino. Dichas leyes profundizaban en la necesidad de cambiar las prácticas educativas y la metodología docente.
No podemos dejar de lado que la educación también debe estar apoyada en la igualdad, porque es un derecho de toda persona, contemplado en la Constitución.
Por otra parte, en el currículum de Primaria es habitual encontrar una serie de contenidos transversales relacionados con la educación en valores, como la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, que han de estar presentes en la etapa educativa que nos ocupa, para poder formar personas que convivan en igualdad y libertad.
Los centros educativos y el personal docente conforma el primer agente socializador junto con las familias. Alfonso y Aguado (2012) nos proponen programar actividades como talleres o juegos en la primera etapa que favorezcan la socialización e interacción entre niños y niñas. Asimismo, en el ámbito familiar recomiendan realizar las tareas del hogar entre todos y todas y permitir que tanto niñas como niños elijan de forma libre los juguetes con los que divertirse.
Sexismo en los cuadernos de lectoescritura
Los recursos pedagógicos utilizados en la escuela deben avalar una enseñanza equitativa y de calidad, que garantice la formación integral del alumnado (Hernández y Fernández, 1994).
La escuela es un agente socializador que debe impedir que algunos estereotipos se consoliden. No obstante, en vez de ocuparse de la igualdad, a veces, desde ese ámbito se produce la conservación de los estereotipos, mediante lo que conocemos como currículum oculto (Apple, 1986).
En las últimas décadas, y a pesar de los cuantiosos cambios en materia legislativa, los libros utilizados como recursos en las escuelas siguen motivando el mantenimiento de estereotipos, invisibles para gran parte de las figuras docentes (Terrón y Cobano-Delgado, 2008). Lo mismo parece ocurrir con los materiales de lectoescritura, que son un instrumento básico para la enseñanza y el aprendizaje en la etapa de Educación Primaria.
Después de examinar la literatura específica sobre lectoescritura se puede evidenciar la falta de contribuciones desde un enfoque de género. Por otro lado, al observar los propios materiales didácticos, se vislumbran sesgos sexistas que se incorporarían en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Objetivos
El presente artículo parte de la intención principal de señalar la necesidad de lograr una escuela coeducativa a partir de la enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura en Educación Primaria. Para conseguir dicha tarea es necesario cada docente en particular diseñe objetivos cercanos a su contexto, como los que se marcan a continuación:
- Establecer qué materiales didácticos se están utilizando para la enseñanza de la lectoescritura en el centro educativo en cuestión.
- Describir y analizar los estereotipos sexistas localizados en los diferentes textos.
- Contrastar los materiales de distintas editoriales para establecer cuáles poseen estereotipos sexistas y cuáles no.
- Reflexionar sobre los datos obtenidos para establecer el papel, positivo o negativo, de los cuadernos de lectoescritura en la senda hacia la coeducación.
Diseño
Para discernir si realmente los materiales de lectoescritura que se utilizan en el aula transcriben roles y estereotipos sexistas es preciso realizar una reflexión autocrítica y, posteriormente, actuar en consecuencia.
El docente que desee llevar a cabo esta reflexión en primer lugar debe hacer acopio de los cuadernos de lectoescritura que se trabajan en las aulas de su centro educativo. Más adelante, se examinarán desde una perspectiva de género elementos como palabras y frases presentes en dichos recursos didácticos, así como las ilustraciones.
Procedimiento
Para elaborar este proceso de análisis y reflexión es necesario que como docentes pasemos por varias fases.
En primer lugar, será necesario hacer un acopio de los cuadernos de lectoescritura que estamos trabajando en los diferentes cursos y los que hemos trabajado en cursos anteriores. A continuación, será el momento de efectuar el análisis de los cuadernos de lectoescritura, utilizando los instrumentos que más adelante se especifican.
La siguiente fase consistirá en llevar a cabo un análisis significativo de materiales didácticos con el objetivo de constituir diferencias o similitudes entre los mismos, de acuerdo con la perspectiva de género. Seguidamente, se preparará un informe integral en el que se observen los distintos métodos que se trabajan y los posibles rasgos sexistas de cada uno de ellos.
Por último, resumiremos todos los datos obtenidos con el objetivo de tener información sobre las distintas propuestas de las editoriales y hacer una comparativa para ver cuál es la más favorable con respecto a nuestros propósitos.
Gracias a ello, tomaremos conciencia de la necesidad de utilizar ciertos materiales para mejorar la práctica docente, y también de plantear otras líneas de trabajo o recursos didácticos en el futuro.
Instrumentos
El instrumento principal que manejaremos para evaluar los cuadernos de lectoescritura será una tabla, como la que sigue, de elaboración propia, que ayudará a la recogida de palabras e imágenes, que describan roles de género o estereotipos sexistas. Se incluyen algunos ejemplos que pueden servir de guía.
Resultados esperados
A modo de adelanto, y sin haber completado el análisis propuesto de manera exhaustiva, podemos determinar que los cuadernillos de lectoescritura normalmente empleados en clase perpetúan roles de género. Al menos esto sucede en Saber hacer para 6 años (Espejo y Luna, en editorial Santillana, 2014).
Por ejemplo, en la ilustración de las letras por medio de la técnica de las palabras clave, las profesiones aparecen retratadas de acuerdo con un claro sesgo sexista. Así, figuran representadas por hombres profesiones estereotipadamente masculinas como la de doctor, que se utiliza para ilustrar la “d”, o la de fontanero, como ejemplo de la consonante “f”. Por su parte, a la consonante “p” se le atribuye la profesión de peluquera.
Se ve en estos pocos ejemplos cómo se diseñan referentes bien diferenciados para niños y para niñas, muy de acuerdo con los comportamientos y capacidades que se esperan para hombres y mujeres. En ellas se normaliza la preocupación por la belleza y la debilidad, mientras que en ellos se destacan profesiones asociadas al prestigio, lo intelectual o la fortaleza.
Terminamos estas líneas insistiendo en la necesidad de lograr una escuela basada en la coeducación y en valores como la igualdad de género. Es incuestionable que la transmisión de estereotipos y patrones de comportamiento condicionan el desarrollo de las personas y de las comunidades. Es cierto que en las últimas décadas se han ido dando pequeños pasos, pero los estereotipos sexistas se siguen transmitiendo de manera inconsciente. Así, no hay más que ver la imagen de portada de los cuadernos de lectoescritura aquí analizados para comprobar que aparecen representados en las ilustraciones sólo niños, de acuerdo con la tendencia al androcentrismo que impide la visibilidad de las niñas. De hecho, el protagonismo masculino en las distintas manifestaciones culturales es uno de los elementos constantes en la cultura patriarcal.
La reflexión crítica como docentes aportará estrategias para detectar el sexismo, todo ello enfocado a mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje en Educación Primaria y a contribuir a la configuración de una sociedad apoyada en la igualdad y el respeto mutuo.
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