La Educación en la Naturaleza

Resumen: En este artículo reflexionaremos sobre las posibilidades que ofrece una enseñanza fuera de las aulas, trasladando el proceso de enseñanza-aprendizaje a entornos naturales. Discutiremos sobre los beneficios que podría brindar enfocar de este modo la educación, destacando el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas.

 

Palabras clave: Proceso de enseñanza-aprendizaje; Desarrollo social; Desarrollo emocional; Desarrollo cognitivo; Naturaleza. 

 

Abstract: In this article we will reflect on the possibilities offered by teaching outside the classroom, transferring the teaching-learning process to the natural environment. We will discuss the benefits that such an approach to education could bring, highlighting the development of social, emotional and cognitive skills.

 

Keywords: Teaching and learning process; Social development; Emotional development; Cognitive development; Nature.

LA EDUCACIÓN EN LA NATURALEZA

Si hablamos de una enseñanza de calidad y de una educación renovada, en muchas ocasiones solemos pensar en métodos y materiales innovadores o en la aplicación de las nuevas tecnologías. Sin embargo, obviamos pensar, en el papel tan enriquecedor que puede tener en el proceso educativo algo tan básico como es el medio natural y los importantes beneficios que tiene en el desarrollo integral de nuestros alumnos. De hecho, frecuentemente asociamos las diferentes excursiones a la naturaleza o los tiempos de recreo como momentos de descanso y distensión, otorgándole más peso a los aprendizajes que los alumnos puedan realizar dentro del aula. Y nada más lejos de la realidad.

Para acercar la naturaleza a nuestro entorno no es necesario que el colegio se encuentre inmerso en la misma o cerca de ella, si es verdad que esta oportunidad nos ofrece más facilidades, pero aunque nuestro centro se halle en una ciudad, siempre podemos introducir en el mismo parte de la naturaleza, por ejemplo, si la zona del patio lo permite, podemos crear un pequeño huerto, si esta zona no tiene parte de tierra, podemos plantar nuestras propias plantas en maceteros. De parques o jardines cercanos traeremos hojas, palos, piedras…que nos permitirán realizar un amplio abanico de actividades muy llamativas y beneficiosas para los alumnos. Como podemos observar, todos tenemos la posibilidad de impartir un estilo de educación más natural, en la que los estudiantes sean conscientes de la importancia de la naturaleza y puedan ir aprendiendo con la misma.

A continuación, reflexionaremos sobre los inmensos valores que este estilo de pedagogía les puede proporcionar a los alumnos, unos valores vitales para su desarrollo, así como unos aprendizajes que irán adquiriendo de una forma natural, adaptándose y respetando los ritmos de cada uno.

El valor de la naturaleza

Freire (2014) defiende que los niños y niñas que tienen un mayor acercamiento con la naturaleza desarrollan actitudes más positivas hacia sí mismos y hacia los demás, incluso desarrollan importantes valores de compromiso y respeto por el planeta. Otro hecho muy significativo es que son capaces de reducir sus niveles de estrés, algo que actualmente es esencial. También, resalta la mejora del desarrollo cognitivo, lo cual permite un aumento de la capacidad de observación y de razonamiento, permitiendo así fomentar naturalmente su psicomotricidad, sus habilidades para la resolución de problemas, así como su sociabilidad. Paralelamente, destaca el gran potencial que la naturaleza tiene para favorecer la imaginación, su creatividad y la habilidad de ilusionarse, elemento vital que propicia la motivación de los estudiantes.

Por otra parte, Guillén (2019) explica que el cerebro de la especie humana ha evolucionado a lo largo de los siglos con el fin de adaptarse al medio y conseguir su supervivencia, destacando que este desarrollo ha tenido lugar gracias a los circuitos cerebrales que se han creado gracias al contacto con la naturaleza. Lo cual nos lleva a una situación contradictoria pues, a día de hoy, se tiende a pasar más tiempo en espacios cerrados o zonas urbanas carentes de naturaleza alguna, lo que nos lleva a diversos problemas de estrés y falta de regulación emocional. Este mismo investigador suma otros aspectos positivos que el contacto con el medio natural puede potenciar en nuestros jóvenes, como mejorar la atención, fomentar el autocontrol y el compromiso activo y favorecer el contexto de aprendizaje así como las relaciones sociales. En definitiva, estimula un adecuado desarrollo integral, ya que actúa en el ámbito físico, afectivo, emocional y social.

En contraposición a estos beneficios subrayados anteriormente, debido al escaso tiempo que tanto adultos como pequeños estamos en contacto con la naturaleza, aparece el “trastorno por déficit de naturaleza”, término acuñado por Richard Louv en 2005 que subraya aspectos negativos en la salud de los más pequeños, entre ellos la obesidad, disminución de la capacidad inmunológica, aumento del estrés y depresión o reducción de la atención.

Por todo ello, queda demostrado que el medio natural puede ser un excelente educador que ayude a los alumnos desde las primeras edades a crecer en armonía con la naturaleza, ayudando a conocerla mejor y a la vez a conocerse a sí mismos, algo fundamental en su desarrollo.

 La pedagogía verde

Este término de educación alternativa podría desarrollar en los niños a la perfección los inmensos valores que la naturaleza puede transmitirles y que hemos observado anteriormente. Según Freire, esta pedagogía toma al entorno como primer educador, el cual influye en el aprendizaje, bienestar y comportamiento de los niños y niñas. Por ello, es de vital importancia que lo conozcan profundamente y lo cuiden. La misma autora resalta que esta pedagogía tiene una filosofía que va más allá de utilizar la naturaleza como un mero escenario educativo, ya que el objetivo es crear un vínculo mucho más profundo, que pueda desarrollar una determinada forma de sentir, vivir y de relacionarnos.

Freire (2014) afirma que este estilo de educación consiste en aproximar el medio natural a los pequeños para que puedan tener la oportunidad de aprender del mismo. Estamos frente a un método educativo que pretende reducir el tiempo que pasan ante las pantallas pues, en muchas ocasiones, pretendemos que descubran la naturaleza a través de ellas, cuando sería mucho más beneficioso y productivo si podemos conseguir que vivan la experiencia in situ.

Si lo analizamos, la mayor parte del tiempo en el horario lectivo la pasamos dentro de las aulas, teniendo en nuestros patios un gran recurso sin sacarle a penas provecho. Si cambiara la concepción que tenemos de estas zonas exteriores, las podemos convertir en fantásticos espacios educativos, en los que el alumnado puedan desarrollar su curiosidad, la cual favorece unos aprendizajes mucho más significativos (Vega, 2012). Llevando a cabo esta didáctica, los alumnos pasan la mayor parte del tiempo en el exterior, convirtiéndose éste en su aula. En ella, realizamos metodologías más activas, que permitan desarrollar un mayor pensamiento crítico y libre, así como la creatividad y la manipulación (Pérez de Villarreal y González, 2016).

Para conseguir aumentar el contacto con la naturaleza, Freire (2011) destaca tres formas que nos ayudarían a ir consiguiendo nuestro objetivo:

• Transformar los espacios naturales en aulas de formación continua. De hecho, este tipo de enseñanza ya se lleva a cabo exitosamente en países como Noruega, Alemania, Inglaterra…
• Crear pequeños bosques, granjas o huertos dentro del colegio.
• Cooperar con agricultores y productores locales, y apertura de colegios en la naturaleza próxima, como parques, ríos, campos… pudiendo así aumentar las salidas a una frecuencia diaria.

En esta pedagogía, los niños y niñas no dejan de aprender, únicamente cambia la metodología utilizada, siendo el medio de aprendizaje más importante el juego y la curiosidad, a través de los que interiorizarán contenidos de lógico-matemáticas, lectoescritura, idiomas, arte y otras áreas relevantes en el desarrollo. Todo ello, usando materiales didácticos no estructurados derivados de la naturaleza, como piedras, maderas, hojas, palos, etc.

Desarrollo de las inteligencias múltiples a través de la naturaleza

Las distintas Inteligencias Múltiples de la teoría de Howard Gardner (1987) van formando nuestra personalidad a lo largo de la experiencia. Es importante que se trabajen todas ellas de una forma global desde edades tempranas, para poder ir desarrollándolas en más profundidad. A pesar de ello, nos desenvolveremos mejor en unas que en otras, dependiendo de factores genéticos, sociales o personales.

“Es de suma importancia que reconozcamos y alimentemos todas las inteligencias humanas y todas las combinaciones de inteligencias. Todos somos tan diferentes en parte porque todos poseemos combinaciones distintas de inteligencias. Si reconocemos este hecho, creo que al menos tendremos más posibilidades de enfrentarnos adecuadamente a los numerosos problemas que se nos plantean en esta vida” (Gardner, 1987).

Una vez más, la naturaleza nos ofrece la respuesta adecuada para poder fomentar de una forma significativa estas inteligencias múltiples. A través de ella, podemos realizar interesantes actividades que impulsarán su desarrollo. A modo de ejemplo, explicaremos acciones que podemos realizar en cada una de las inteligencias utilizando como recurso didáctico nuestro medio natural. Son propuestas destinadas a alumnado de segundo ciclo de Educación Infantil, aunque se podrían adaptar de forma sencilla a otros niveles.

Lingüística – Verbal

Esta inteligencia nos capacita para controlar el lenguaje de forma oral o escrita adecuadamente. A través del entorno natural podemos realizar infinitas actividades motivadores relacionadas con esta área, por ejemplo:

• ¡Adivina!: Los niños describen plantas, animales o paisajes que están a su alrededor y los demás compañeros tienen que adivinar de qué se trata atendiendo a la descripción dada.
• La varita mágica: En parejas, un alumno escribe con la ayuda de un palo en la tierra determinadas letras y su compañero ha de buscar 3 nombres de elementos que vea que empiecen por esa letra.
• Creadores de historias: En el caso de niveles más avanzados, escribirán distintas palabras y su compañero inventará una breve historia en la que se incluyan las palabras citadas.
• Los tesoros escondidos: los alumnos han de encontrar por el medio natural diferentes letras (formadas con palos) que han sido escondidas previamente, y con ellas han de formar palabras, las cuales describirán algún refuerzo positivo que se les ofrecerá por el trabajo realizado.

Lógico – Matemática

En ella nos referimos a la habilidad para resolver problemas y su capacidad de razonar. Unas tareas que podríamos llevar a cabo serían:

• ¡Cuánto desorden!: esta actividad consiste en clasificar diferentes elementos naturales, para ello, los alumnos tendrán que medir y pesar (con manos, pasos, cintas métricas… dependiendo del nivel al que vaya dirigido el ejercicio). Irán tomando nota de los resultados y posteriormente los ordenarán según los datos obtenidos. También podrán clasificar atendiendo a su forma y color.
• Tres en raya: utilizando palos y piedras, podemos crear nuestro propio juego de tres en raya en el que los niños y niñas tendrán que poner a funcionar la lógica.
• ¡Encontradas!: La presente tarea trata de buscar diversos elementos que sean iguales simétricamente.
• Las figuras intrusas: Dando un paseo libremente por el entorno, hemos de ir observando a qué figuras geométricas trabajadas se parecen diferentes componentes naturales. Una vez observadas, las ponemos en común, analizamos las semejanzas y características de las mismas.

Artística o Viso – Espacial

Sería la inteligencia que permite la visualización y transformación de las imágenes observadas, fijándose en detalles que suelen pasar desapercibidos, así como también potencia la organización en el espacio.

• Construimos una cabaña: Con esta actividad, se trabajará la imaginación ya que tendrán que crear sus propias cabañas en pequeños grupos utilizando material natural que encuentren como ramas secas, hojas, piedras… Fomentarán así sus capacidades prácticas, en las cuales utilizarán el ensayo-error del que tanto aprenderán.
• Land-art: estamos ante una corriente artística cuyo elemento básico de creación son los materiales del entorno natural, así como el marco de la obra es el propio paisaje. En ella, crearemos diversas obras utilizando la creatividad, ayudando así a los pequeños ha descubrir la belleza de los recursos naturales. Hemos de ser conscientes que serán obras efímeras que con el paso del tiempo y los fenómenos meteorológicos irán desapareciendo. Les podemos enseñar a escultores como Andy Goldsworthy, quien crea a través de esta corriente respetando la naturaleza.
• El mapa del tesoro: en esta ocasión nos convertiremos en piratas que hemos de encontrar un tesoro escondido. Para ello, nos ayudaremos de un mapa de la zona en la que nos encontramos y dónde se halla marcado el lugar del tesoro. Es una técnica que favorece el desarrollo de su orientación espacial.
• Los robots: por parejas, un alumno irá dando indicaciones al otro compañero (el cual simula ser un robot, haciendo movimientos mecánicos). Las orientaciones dadas serán referentes a la organización espacial, por ejemplo: ¡Robot! Pon la piña encima de la piedra grande. ¡Robot! Escóndete detrás de ese árbol. Posteriormente cambiarían los roles.

Corporal – Cinestésica

La inteligencia corporal posibilita la coordinación de las habilidades motrices con la mente, permitiendo así la ejecución de los movimientos. Además, a través de esta inteligencia podemos expresar emociones mediante nuestro cuerpo.

• Juegos tradicionales: aprovechando el amplio espacio que tenemos en el medio natural, tenemos la oportunidad de realizar infinidad de juegos tradicionales que serían mucho más motivantes, como el escondite, el pañuelo, la gallinita ciega, chocolate inglés, etc.
• Olimpiadas: podemos realizar unas olimpiadas al aire libre desarrollando diferentes desafíos que pongan en prueba distintas habilidades motrices. Algunas de las pruebas podrían ser una maratón (la distancia se adaptaría a la edad), prueba de velocidad, salto de obstáculos y lanzamiento de palos. Todas ellas serían realizadas fomentando valores de cooperación, respeto y amistad.
• ¿Lo sabes?: esta actividad consiste en utilizar la mímica para expresar diversos personajes conocidos, animales, representación de películas…uno de los niños tendrá que hacer gestos sin utilizar la palabra y el resto tienen que estar muy atentos para adivinar de qué se trata.
• Circuitos: usando varios materiales que se encuentren en nuestro entorno podemos preparar sencillos circuitos que incluyan diversas secciones que ayuden a los alumnos a potenciar sus capacidades psicomotrices. En estos circuitos se pueden incluir actividades como hacer equilibrio sobre troncos, canasta de piñas u otras semillas, salto de piedra en piedra, breves recorridos a pata coja…

Musical

Esta inteligencia hace referencia a la habilidad de interiorizar los ritmos, así como interpretar y ejecutar la música. Para ello, la naturaleza nos ofrece recursos con los cuales podemos trabajar dicha inteligencia de una forma lúdica.

• ¡Sigue mi ritmo!: con la ayuda de diferentes materiales que encontremos en el medio creamos nuestros propios instrumentos naturales, por ejemplo, unas claves con palos, unas maracas o sonajas con semillas y cáscaras u otro consistiría en varios palos de medida decreciente atados a una cuerda, los cuales serían rascados con una piedra. Una vez realizados, haremos sencillos juegos de ritmos, como crear un ritmo y los demás lo tienen que imitar o dividir los diferentes grupos de instrumentos e ir alternando los ritmos formando breves interpretaciones.
• Al son de la música: en esta ocasión nos dividimos en dos grupos: unos se encargan de tocar la percusión con los instrumentos realizados y el otro grupo interpretará una danza de forma libre según le sugiera la música escuchada.
• ¡Estamos atentos!: esta dinámica trata de trabajar la discriminación auditiva de los pequeños y pequeñas, algo fundamental en la música. Tendrán que cerrar sus ojos, escuchando atentamente cada sonido que se produzca a su alrededor (pájaros, movimiento de hojas, viento…) e intentar averiguar de dónde procede. También podemos reproducir con un altavoz sonidos de animales que se pueden dar en diferentes tipos de zonas naturales y adivinar de qué animal se trata.
• Gatos y ratones: haciendo uso de un pandero, asociaremos al equipo de los gatos un ritmo que interprete el tiempo de las figuras negras, más pausado y a los ratones un ritmo al son de corcheas, algo más ligero. El juego consiste en que dependiendo del sonido que suene, comenzarán a andar por el entorno unos u otros, al ritmo que le corresponde. Así hasta que los gatos intenten atrapar a la mayoría de los ratones.

Naturista

Gardner, añadió este tipo de inteligencia años después a su estudio, pues valoraba que era necesaria para la supervivencia. Se considera como la capacidad de desenvolverse en el medio natural, así como de conocer sus elementos para de este modo poder relacionarnos con ellos beneficiosamente.

• ¡A volar!: independiente de la zona geográfica en la que nos encontremos podemos ver o escuchar aves. Es interesante que los alumnos conozcan de qué especie o especies se puede tratar e investiguen sobre las mismas, para poder saber qué acciones son perjudiciales para ellas y podrían llevarlos a la extinción. Para atraerlos y ayudarles un poquito, podemos construir casetas para pájaros y colgarlas de los árboles, nidos con broza y ramitas, también podemos crear algo que los atrae mucho, se trata de una piña recubierta de crema de cacahuete y rebozada en alpiste, una vez realizada la colgaremos de las ramas. Son trabajos que, al realizarlos los niños, hacen que desarrollen el sentimiento de cuidado y respeto por los seres vivos.
• Repoblar árboles: no podemos olvidar la importancia de que los alumnos sepan que todas las plantas también son seres vivos y necesitan de nuestro respeto y cuidado. Aprenderemos que si nosotros las protegemos nos pueden aportar inmensos beneficios, para ello, conoceremos qué podemos hacer para que crezcan de forma adecuada y qué acciones podrían hacerles daño. En esta ocasión, podemos repoblar zonas que antes tenían árboles y se han ido perdiendo o plantarlos en nuevos lugares, lo cual favorecerá en los niños/as su sentido de protección y responsabilidad con el medio natural.
• Compost casero: realizar una compostera con los pequeños es ideal para sensibilizarlos con el consumo responsable, el reciclaje y la importancia que tiene éste en el cuidado del medio ambiente. Con esta tarea se conciencian de que los desechos orgánicos no son basura, si no que con ellos podemos ayudar a las plantas a crecer sanas. Este compost que crean, puede ser utilizado para echarlo a los árboles que estén cultivando y resto de plantas existentes en la zona.
• ¡Te vemos!: para esta actividad, utilizaremos microscopios y lupas que nos permitan observar de forma detallada los pequeños elementos que se encuentran en nuestro entorno, como hojas pudiendo observar bien su forma y nervios, insectos (los cuales trataremos con cuidado) para poder ver sus diferentes partes y colores y así poder conocerlos mejor.

Intrapersonal

Este tipo de inteligencia nos permite un mayor conocimiento y comprensión de nuestras propias emociones y sentimientos. Favoreciendo así una adecuada inteligencia emocional que nos permita conocernos de una forma más profunda y poder alcanzar un mayor nivel de bienestar mental que nos ayudará en diversos momentos de la vida. Por lo tanto, es importante, que desde edades tempranas los niños comiencen el camino a esta introspección que tan beneficiosa es y será para ellos. Desarrollarán su atención plena, viviendo intensamente el presente sin preocuparse por el pasado ni por un futuro que aún no ha llegado.

• Mindfulness: esta técnica es una gran herramienta para ayudar a los niños en la calma, liberando el estrés y en su gestión emocional. Favorecerá su atención lo cual los llevará a un mayor nivel en su capacidad de concentración. El entorno natural nos ofrece un escenario idóneo para realizar mindfulness utilizando varias actividades como permanecer sentados en el suelo con las manos sobre las rodillas y estar atentos a los sonidos de la naturaleza que escuchamos a nuestro alrededor, al finalizar la práctica, dirán todos lo que han escuchado. Otra actividad, consiste en sentarse en parejas, uno enfrente del otro y poner el foco de atención en el compañero, mirándole atentamente a los ojos o sentados en círculo hemos de pasarnos con mucho cuidado un cascabel intentando que no haga ruido alguno. También podemos realizar la respiración de la abeja, para ello, cierran los ojos y se tapan sus oídos mientras reproducen el sonido de la z.
• Mandalas: otro recurso que podemos realizar sería elaboración de mandalas. Esta tarea hará que conecten con sus propias emociones, ya que es una forma de expresión, además les ayudará a concentrarse y estar relajados, así como potenciará el desarrollo de su creatividad. De forma similar al land-art, los pequeños y pequeñas, usando elementos naturales harán mandalas con diferentes materiales que encuentren en la naturaleza, realizando con ellos composiciones con distintas formas, colores, texturas…
• Yoga: Realizar yoga en un entorno natural es ideal para la concentración y motivación por dicho ejercicio. Con las diferentes posturas de yoga, los niños potenciarán su capacidad de atención, canalizarán su energía física, fomentando su nivel de autoestima, su carácter y personalidad. Se ha de proponer de manera lúdica, en el que no se olvide la importancia de estar atentos a la respiración. Para su realización dinámica, podemos crear pequeños cuentos en los que se vayan incluyendo las posturas de la sesión.
• Pequeños filósofos: nos encontramos ante un entorno perfecto para crear sencillos debates mediante interrogantes adaptados a nuestros niños y niñas, a través de los que se expresarán, escucharán y se conocerán a sí mismos. Podemos realizar esta dinámica en círculo, creando un ambiente en el que ellos se sientan cómodos, por ejemplo, sentados dentro la cabaña que hemos construido bajo un gran árbol.

Interpersonal

Nos encontramos ante la inteligencia que nos hace empatizar con los demás, nos ayuda a interpretar sus gestos e intenciones, captando de una mejor forma el lenguaje no verbal. Es una inteligencia muy importante para establecer relaciones sociales adecuadamente y facilitar la comunicación en las mismas.

• Scape room: mediante la superación de diferentes pruebas (todas ellas haciendo uso de materiales naturales), en las que tengan que ejercitar también las demás inteligencias mencionadas con anterioridad, los alumnos podrán conseguir un objetivo común. Para ello, es fundamental que trabajen en equipo y cooperen entre ellos, dejando de lado la competitividad y rivalidad.
• Entre todos podemos: dinámicas en las que se trabajen las habilidades sociales de los alumnos son muy importantes para favorecer el desarrollo la inteligencia interpersonal. En nuestro medio podemos realizar muchas de ellas, por ejemplo, por parejas, se sentarán espalda con espalda y un niño irá dibujando el paisaje que su compañero tiene enfrente y que le va describiendo, al finalizar verán si han conseguido que se parezca al real. Otra actividad, puede consistir en la realización de varios grupos y cada uno de ellos, en un tiempo determinado tienen que crear en el suelo con materiales naturales un dibujo como una cara expresando alguna emoción, un sencillo paisaje, un sol…
• Aprendizaje-servicio: es una forma de educación en la que mientras los niños y niñas aprenden, están ofreciendo un servicio a su comunidad. En este proceso, ponen en práctica diferentes capacidades y valores muy positivos, así como una gran implicación social. Un tipo de aprendizaje-servicio podría ser hacer una batida de limpieza en el entorno natural en el que nos encontramos, en este proyecto los pequeños/as adquirirán conocimientos sobre la importancia de no tirar basura a la naturaleza, así como las consecuencias tan negativas que ello puede tener y a la vez estamos quitando suciedad de la zona. Otra actividad puede estar relacionada con las especies en peligro de extinción, bien sean plantas o animales, nos informamos de alguna que haya en nuestro alrededor en esta situación. En ella, aprenderán sobre este hecho, conocerán qué está causando su desaparición y qué podemos hacer para ayudarle. Tras una campaña de sensibilización en el entorno, ofreciendo información y proponiendo medidas para colaborar, se ayudará a la preservación de la especie tratada.

En definitiva, como hemos podido observar, que los niños y niñas pasen más tiempo fuera de las aulas o centros no sólo los lleva a conseguir los objetivos curriculares sino que además favorecen su proceso de educativo, potenciando sus valores y sus aptitudes. Como resultado del contacto con la naturaleza, el desarrollo se producirá de una forma integral. Por lo tanto, sí que podemos concebir el entorno natural como un espacio de aprendizaje. Una vez más, queda demostrado el inmenso poder que tiene la naturaleza. Al igual que ella nos da tanta vida, cuidemos de la misma forma la suya.

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