Estructuras de Aprendizaje Cooperativo. #CEdRevistaDigitalDocente Share on XResumen: En el presente trabajo se analizarán los beneficios y posibilidades que brinda el aprendizaje cooperativo en el aula de Educación Primaria, así como los objetivos que se pretenden alcanzar con su puesta en práctica y las diferencias más claras entre el aprendizaje colaborativo y el cooperativo. A partir de esta revisión, se realizarán diversas propuestas de intervención en el aula.
Palabras Clave: Educación Primaria; Aprendizaje Cooperativo; Metodologías Activas; Interdependencia Positiva; Inclusión: Participación Social.
Abstract: On this work, we will analyze benefits and possibilities that Cooperative Learning can bring on the Primary Education classroom, as the objectives that may be achieved when put into practice. Also, we will show the main differences between Cooperative and Collaborative Learning. From this review, we will make different proposals of intervention in the classroom.
Keywords: Primary Education; Cooperative Learning; Active Methodologies; Positive Interdependence; Inclusion; Social Participation.
ESTRUCTURAS DE APRENDIZAJE COOPERATIVO
En el aula de Educación Primaria existe una diversidad de alumnos, cuyas capacidades e intereses son distintas unas de otras. La función principal del docente en el aula es dar una respuesta educativa apropiada e inclusiva a las necesidades individuales de cada uno, por lo que a lo largo de su intervención educativa deberá plantear diversas metodologías que permitan a los alumnos alcanzar satisfactoriamente los contenidos de las distintas áreas del currículo.
En este caso, analizaremos el modelo de aprendizaje cooperativo, ya que se considera un método que permite a los alumnos interaccionar entre ellos de manera inclusiva.
También con él se pueden trabajar habilidades sociales tales como la empatía, el respeto a la diversidad de opiniones, la comprensión o la tolerancia a la frustración. De este modo, el aprendizaje cooperativo nos permitirá plantear diversos aspectos de forma globalizada, transversal e interdisciplinar.
Para poder llevar a cabo esta metodología dentro del aula y hacerlo de manera eficaz, es necesario partir de sus contenidos teóricos, de manera que, conociendo sus bases, podamos establecer una intervención correcta con los discentes, y que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea el apropiado, adquiriendo éstos un aprendizaje significativo tanto de los contenidos como de las habilidades sociales puestas en práctica.
Índice de contenidos
Análisis teórico del aprendizaje cooperativo
Una de las mejores formas de aprender que pueden experimentar los alumnos de Educación Primaria es mediante el aprendizaje cooperativo, ya que se fundamenta en consideraciones fundamentales sobre las relaciones sociales y su desarrollo integral provoca un desarrollo inclusivo. Dicho modelo se singulariza por presentar estrategias sistematizadas de instrucción que presentan varias características, entre las que destacan: la división de la clase en grupos heterogéneos, la creación de sistemas de interdependencia positiva a través de recompensas, o la realización de tareas estructuradas.
Los objetivos o logros perseguidos a la hora de trabajar mediante técnicas de aprendizaje cooperativo en el aula ordinaria son varias, como las que siguen:
- Fomentar las relaciones sociales de los alumnos con sus compañeros, de forma equilibrada y satisfactoria, interiorizando al mismo tiempo pautas de comportamiento social, ajustando su conducta a ellas.
- Desarrollar un modelo de metodología cooperativa, de manera que los discentes puedan ayudarse unos a otros, y comprendan que la participación igualitaria del conjunto es necesaria para lograr intereses comunes.
- Distribuir adecuadamente el éxito, de forma que se proporcione a los alumnos la motivación necesaria que genere interés por el aprendizaje.
El aprendizaje cooperativo favorece las relaciones con los demás, hace que los alumnos se sientan protagonistas de su propio aprendizaje y contribuye al desarrollo de hábitos, actitudes y valores tales como la tolerancia, la comprensión y el respecto hacia las opiniones de los demás.
El aprendizaje cooperativo no sólo es un recurso muy eficaz para enseñar a los alumnos, sino que también es un contenido escolar más que los alumnos deben aprender a lo largo de su escolaridad y que, por lo tanto, debemos enseñarles tan sistemáticamente como les enseñamos los demás contenidos curriculares (Pujolás, 2008).
Puede decirse que el objetivo primordial es que los alumnos sientan la necesidad de trabajar cooperando unos con otros, y que comprendan que todos los componentes del grupo son igualmente imprescindibles para conseguir un objetivo común.
El aprendizaje cooperativo consiste en el uso didáctico de grupos reducidos de alumnos en el que todos tengan las mismas oportunidades de participar (participación igualitaria) y trabajar conjuntos, aprovechando al máximo la interacción simultánea entre ellos, donde el rendimiento del grupo depende del esfuerzo de todos sus miembros para la consecución de objetivos comunes (interdependencia positiva), y maximizar el trabajo individual de todos (León, 2012).
Diferencias entre el Aprendizaje Cooperativo y el Aprendizaje Colaborativo
Es importante mostrar la diferencia entre aprendizaje cooperativo y colaborativo, ya que aunque no es muy acentuada, en multitud de ocasiones ambos se confunden, por lo que al ponerlo en práctica, podemos caer en un error de práctica metodológica.
En la siguiente tabla podemos apreciar las diferencias más significativas entre ambos.
La práctica del Aprendizaje Cooperativo
El aprendizaje cooperativo puede ser llevado a la práctica mediante distintos procedimientos, aunque suele ser habitual que, en la mayoría de los casos, es una constante que los grupos de alumnos permanezcan estables durante un tiempo considerable, siendo de preferencia heterogéneos.
Se ha de animar a los alumnos a ayudar a sus compañeros, e incluso para fomentar el interés entre ellos se pueden otorgar recompensas grupales. Poco a poco, el funcionamiento de los equipos va mejorando porque va surgiendo complicidad y las relaciones se consolidan. Al trabajar en equipo estas relaciones se hacen más positivas, puesto que se conocen más, se respetan más y forman fuertes vínculos entre ellos.
Una de las formas para establecer los grupos heterogéneos es distribuyendo a los estudiantes en tres subgrupos: los alumnos capaces de dar ayuda, los más necesitados de ayuda y el resto de estudiantes, así será más sencillo agrupar a los discentes equitativamente.
García y Cabezas (1998) exponen algunas de las técnicas o procedimientos para el aprendizaje cooperativo que pueden ser utilizadas de forma complementaria, como juegos de torneo por equipos, puzles, grupos de investigación y equipos de rendimiento por divisiones.
El docente tendrá que promover que los elementos de carácter psicosocial estén siempre presentes en el trabajo cooperativo, reflejando el buen funcionamiento interpersonal del grupo, la interacción cara a cara de los miembros, la responsabilidad individual, la interdependencia positiva y la asignación de roles.
Técnicas de intervención en el aula
Puesto que el aprendizaje cooperativo se basa en la interacción entre alumnos es imprescindible que éstos se agrupen entre ellos, formando equipos de entre cuatro a seis discentes, ya que un número inferior o superior dificultará el trabajo de cooperación. Por otro lado, deben contar en todo momento con la ayuda del profesor, que tendrá un rol de apoyo, siendo el guía del aprendizaje de los alumnos y supervisando las tareas a partir de la observación directa.
Lo importante ya no es que los alumnos aprendan a «trabajar en equipo”, como así pueden ellos argumentar, sino que se genere en ellos la necesidad de trabajar conjuntamente con los demás, de ayudarse y colaborar en cualquier tarea o situación. Por ello, como objetivo primordial destaca la participación igualitaria de todos.
Estructuras de Aprendizaje Cooperativo
Podemos tener en cuenta dos tipos de estructuras para trabajar la cooperación en el aula, que si se aplican correctamente, pueden poner en juego habilidades que se encuentran relacionadas directamente con el desarrollo de las competencias clave para el aprendizaje permanente. Dichas estructuras se corresponden a algunas de las destacadas en la tabla anterior (Fig. 2), por lo que las completaremos con las propuestas de Pujolàs (2008), De la Herrán y Paredes (2013) y Escamilla (2014):
Estructuras Cooperativas simples
Son técnicas fáciles de aprender y aplicar, y se pueden llevar a cabo a lo largo de la clase, trabajando varias actividades “tipo” en el desarrollo de las unidades didácticas. Algunos de los ejemplos más sencillos para poner en práctica en el aula son:
- Lectura compartida
Un alumno de cualquier equipo lee el primer párrafo de un texto. El siguiente ha de explicar qué ha leído su compañero y hacer un resumen, y el próximo ha de decir si el resumen es correcto o si se necesita ampliar/mejorar. El segundo alumno lee el segundo párrafo, y así sucesivamente hasta terminar el texto.
- Parada de tres minutos
Cuando se produce una explicación en clase, se realiza una parada de tres minutos. En este tiempo, cada equipo ha de reflexionar y pensar sobre la explicación, preparando preguntas o dudas sobre dicho tema. Una vez transcurridos los tres minutos, cada portavoz planteará una pregunta de las que se hayan pensado para solucionarla entre todos.
- Cadena de preguntas
Todos los equipos elaboran una pregunta sobre la unidad trabajada, y el portavoz le plantea la cuestión al grupo que tenga a su lado, el cual debe tratar de responderla, y así sucesivamente. Se irá cambiando el orden de la ronda.
- Folio giratorio
El docente propone una tarea a los equipos. En esta, un miembro empieza a escribir su parte en un folio, y lo va pasando a los compañeros que tiene a su lado, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, de manera que cada alumno escriba su parte de la tarea en dicho folio, y así sucesivamente hasta que todos la hayan completado. No obstante, mientras que cada miembro del grupo está desarrollando su parte, el resto ha de estar atento para corregirle en caso necesario, ya que todos son responsables de la buena producción del equipo.
Estructuras Cooperativas complejas
Se aplican en el aula para generar la necesidad de cooperar, ayudar y trabajar en equipo en cualquier área. Algunos ejemplos de ellas pueden ser:
- Grupos de investigación o trabajos de investigación
Esta técnica se desarrolla en varias fases: fase preliminar (se constituyen los equipos y distribuyen los subtemas a cada miembro para que los trabajen); fase uno (búsqueda de información); fase dos (análisis y síntesis de la información); fase tres (presentación y evaluación de la tarea).
- El trabajo por proyectos
Se presenta a los discentes un problema de la vida real, iniciando de esta manera un proceso de investigación que les llevará a la búsqueda de posibles soluciones. De este modo, generamos el interés por aprender, y motivamos y fomentamos la creatividad de los alumnos.
Hay que tener en cuenta que el hecho de que los alumnos tengan que trabajar en grupo no es suficiente para que surja el aprendizaje cooperativo, ya que aunque el grupo esté cohesionado, la tendencia de los discentes es trabajar de forma individual. Por lo tanto, es necesario establecer un sistema que les obligue a trabajar juntos y que ellos mismos se aseguren de que todos los miembros del grupo sepan hacer la tarea.
En definitiva, podemos comprobar cómo el aprendizaje cooperativo es un recurso efectivo para enseñar los diferentes contenidos curriculares y, gracias a la propuesta teórica que hemos presentado con ejemplos de técnicas diversas podremos facilitar nuestra intervención educativa y evitar cometer fallos.
Por lo tanto, es necesario no olvidar y cerciorarse de que todos los estudiantes del grupo participen de forma activa en cada actividad, que ningún alumno haga el trabajo de otro o que se haga siempre lo que el alumno líder dice. Por lo tanto, el docente debe fomentar el comportamiento responsable de cada miembro para que entre todos consigan una participación igualitaria. Además, dentro del grupo de alumnos debe existir una motivación común, y esta se consigue animándose unos a otros, ayudándose, apoyándose y corrigiéndose mutuamente, ya sea en las producciones académicas o en el comportamiento.
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El artículo Estructuras de aprendizaje cooperativo. Análisis y técnicas de intervención en el aula forma parte del número 13 de Campus Educación Revista Digital Docente un proyecto destinado a la divulgación de publicaciones de carácter educativo que permite la difusión del conocimiento y pretende el enriquecimiento de toda la comunidad educativa.
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