Nuevos retos educativos: Educar en la sociedad del conocimiento
Nativos digitales (alumnado) frente a inmigrantes digitales (profesorado y familias)… ¿cómo afrontar el reto que hoy en día suponen las TIC en la educación?
Las nuevas tecnologías nos proporcionan una serie de posibilidades y ventajas muy amplias pero también entrañan riesgos que es importante conocer para proporcionar, así, desde los centros educativos una formación teórico-práctica destinada a que las familias y el profesorado adquieran dominio y conocimientos sobre Internet y para que el alumnado sea capaz de hacer un uso adecuado de esta herramienta.
Solo así se podrá reducir la brecha intergeneracional que en la actualidad se nos presenta en este aspecto tan primordial de la sociedad contemporánea.
Cómo educar en la sociedad del conocimiento #CEdRevistaDigitalDocente Share on XNUEVAS TECNOLOGÍAS Y EDUCACIÓN
Índice de contenidos
Actualmente, convivimos en un mundo en el que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) forman parte de nuestra vida diaria, configurando un paradigma social que ha provocado que a la mayoría nos cueste concebir la realidad sin el uso de la tecnología.
Martínez (2004) señala que las nuevas tecnologías han ido generando diferentes formas a través de las cuales las personas acceden a su realidad construyendo sus experiencias e identidad propia y, además, han provocado que a nivel social se requiera de competencias personales y profesionales que aunque antes ya fueran necesarias, con el origen de las TIC se han vuelto ahora imprescindibles.
Las nuevas tecnologías han cambiado tanto el paradigma social como el educativo, generando la necesidad de proporcionar una formación en competencias digitales desde las escuelas y en edades cada vez más tempranas.
Se podrían citar una gran variedad de recursos digitales que conforman las TIC, sin embargo, es necesario explicar que, en general, Internet es el «motor» de todos ellos, tal y como explica Boretti (2001): «Internet es la síntesis y al mismo tiempo el multiplicador de estas tecnologías”. La Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas (ITU), predijo que a finales de 2014 habría unos tres mil millones de usuarios con acceso a Internet, casi el 40% de toda la población mundial. Y, teniendo en cuenta estas cifras, y considerando que Europa tiene la tasa de acceso a Internet más elevada (el 75%), no podemos obviar que Internet es en nuestros días una herramienta indispensable para vivir en sociedad.
Ventajas e Inconvenientes de Internet
Por tanto, el acceso a Internet ha supuesto una revolución a nivel mundial que ha afectado a todos los ámbitos de nuestras vidas generando una cantidad importante tanto de ventajas como de inconvenientes.
Como se puede observar, pese a que la red constituye un espacio de interacción en el que se nos ofrecen diversidad de posibilidades y ventajas, de manera similar a cualquier actividad social, en Internet también pueden generarse situaciones conflictivas si no se disponen de las competencias necesarias para navegar de forma crítica y responsable.
Nativos e Inmigrantes Digitales
Y es que los jóvenes actuales han ido creciendo en un mundo plenamente “tecnologizado” lo que ha supuesto que tanto desde el ámbito educativo como desde el socio-familiar se deba tener en cuenta la omnipresencia de las TIC y su repercusión en la vida de nuestros jóvenes, lo que hace que se generen nuevos contextos de interacción a los que los adultos no estaban acostumbrados. Así pues, los jóvenes actuales son nativos en este aspecto (Prensky, 2010), pues todos han nacido y se han formado utilizando la particular “lengua digital”. Sin embargo, la gran mayoría de los adultos han tenido que ir formándose y adaptándose a esta nueva era digital, siendo por tanto «inmigrantes digitales» y generándose entre ambos grupos una brecha importante. Los adultos utilizan Internet, pero los jóvenes viven con Internet.
Así pues, si los jóvenes han nacido sumidos en la era digital y los mayores han de adaptarse a la misma, con los desfases que eso supone pero, a la vez, se reclama la educación en un uso responsable de los medios tecnológicos… ¿Cómo se puede responder a una paradoja así?
No se trata de alarmar en torno a todos los posibles peligros, sino de tenerlos en cuenta y educar a los menores para que sean conscientes de ellos, a la vez que puedan ser autónomos durante la navegación.
Es decir, «enseñarles a hacer uso de su libertad y responsabilidad, imponiendo cuando todavía no son capaces de decidir y acompañando cuando ya pueden asumir ciertas responsabilidades» (García y Bringué, 2002).
Educar en TIC
En relación a todo lo anterior se plantea la siguiente cuestión: ¿Cómo colaborar con los padres desde los centros educativos para fomentar una adecuada educación sobre las nuevas tecnologías? Dado que la realidad educativa pone de manifiesto que no solo los padres necesitan una mayor formación respecto a este ámbito, sino también el conjunto de todos los docentes, es desde el ámbito de los Equipos de Orientación Educativa, como agentes asesores externos a los centros, desde donde se debería promover la puesta en marcha de acciones formativas planificadas a través de programas integrados destinados a “curar” la brecha digital entre alumnos y familia/escuela, a la vez que instruir a los adultos que lo necesiten en el uso de las TIC.
La labor de los EOE
Con este tipo de programas, cuya metodología debiera ser fundamentalmente práctica y cuyas sesiones podrían enmarcarse en charlas semanales, por ejemplo, se trataría de incrementar en familias y profesorado el nivel de conocimiento sobre Internet para reducir la brecha generacional existente y fomentar una comunicación fluida con los menores respecto a las redes. Ello ayudaría a que tanto desde los centros educativos como desde el entorno familiar se educase a los jóvenes adecuadamente.
Y es que, los profesionales de la orientación educativa han de tener en cuenta las necesidades existentes en el entorno sociocultural actual para dar respuestas a las mismas. Para ello, antes de poner en marcha este tipo de acciones educativas, es muy importante partir de un análisis previo de necesidades a través de instrumentos de recogida de información: análisis documental, entrevistas, cuestionarios… todo ellos para tener una visión general de la existencia, o no, de esa necesidad en el entorno educativo.
Los EOE deben tener en cuenta que tanto los docentes como las familias suponen dos de los contextos de intervención fundamentales en su labor como orientadores, ya que un asesoramiento eficaz a ambos repercutirá positivamente en el alumnado.
Puede parecer, sobre todo en la etapa de Educación Primaria, en la que en muchos casos, debido a las continuas demandas de evaluación, el trabajo del orientador acaba reduciéndose a los procesos de evaluación psicopedagógica, que este tipo de actuaciones de tipo “innovador” no serían factibles en la práctica. Sin embargo, pese a la carga de trabajo que se pudiese presentar, cuando una idea está estructurada adecuadamente, se trabaja en equipo y se cuenta con la colaboración de los profesionales del centro para ponerla en marcha, con empeño e iniciativa todo es posible.
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El artículo Cómo educar en la sociedad del conocimiento. Una propuesta educativa para implementar en las escuelas forma parte del número 5 de Campus Educación Revista Digital Docente un proyecto destinado a la divulgación de publicaciones de carácter educativo que permite la difusión del conocimiento y pretende el enriquecimiento de toda la comunidad educativa.