Las conclusiones son una parte fundamental de todo tema en las Oposiciones Docentes y, contrariamente a lo que muchos aspirantes piensan, suele ser tenida muy en cuenta por el Tribunal.
Las conclusiones son una parte esencial dentro del desarrollo de los contenidos y no podemos pasarla por alto. Por eso, veremos ahora algunos aspectos que nos pueden ayudar a redactar unas buenas conclusiones.
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Índice de contenidos
Las Conclusiones
De la misma manera que con la Introducción, a la hora de redactar las conclusiones volverás a tener plenamente la atención del Tribunal ya que es algo en lo que fácilmente se puede marcar la diferencia, además de por ser el último apartado que funciona como despedida y cierre, del que depende gran parte de la impresión que se lleven por el trabajo realizado.
Unas buenas conclusiones tienen el poder de mejorar un tema, pero unas conclusiones mediocres pueden arruinar, en poco tiempo, un gran trabajo.
Este apartado también suele llevarse un punto o más, de forma objetiva, según los criterios de calificación de cada Tribunal, para la nota total, por lo que no podemos pasarlas por alto.
Importancia
Las conclusiones tienen que estar muy bien pensadas y ser expuestas de forma profesional ya que será la última imagen que el Tribunal tendrá de ti. Piensa que será lo último que lea antes de ponerte una nota.
Además de poner el broche final al examen, las conclusiones nos servirán para dar a conocer nuestra capacidad de síntesis, resumen y concreción. También, nos darán pie a innovar, pues las innovaciones suelen surgir una vez se ha meditado sobre algo específico.
Funcionalidad
El objetivo de las conclusiones no es repetir lo que ya se ha dicho, ni realizar un resumen de lo mismo. Realizar una conclusión consiste en remarcar, brevemente, los puntos más importantes de aquello que se ha expuesto de forma extensa a lo largo de todo el desarrollo escrito.
Pensemos que las conclusiones son el resultado de una investigación, como la resolución a un problema, como la respuesta a una pregunta que todavía queda abierta.
Unas buenas conclusiones nacen de cualquier proceso de razonamiento, pues a partir de una serie de hechos o circunstancias, se genera un nuevo conocimiento.
Aspectos a evitar
Es preciso señalar que en las conclusiones, bajo ningún concepto, deben aparecer expresiones del tipo “como conclusión…”, “mis conclusiones sobre este tema son…”, “podemos concluir estos contendidos diciendo…”, etc.
Una conclusión, si está bien hecha, no requiere que se le especifique que es una conclusión.
Cada tema del temario de oposiciones deberá contar con unas conclusiones propias, ya que se derivarán conceptos diferentes en todos ellos. Por eso, es un error pretender elaborar una conclusión genérica que poder estudiar y plasmar en cualquier tema que caiga en el examen: es algo que el Tribunal detecta y atribuye a una gran falta de interés y pocas ganas de esforzarse en personalizar el trabajo.
Características
Extensión
Las conclusiones no deben superar la mitad de la cara de un folio.
Matización
Deben aportar una visión general de los principales contenidos que se han expuesto en el tema, pero sin repetir de nuevo lo mismo. Se deben repasar las líneas generales sobre las que ha pivotado el tema y exponer nuestra conclusión al respecto, es decir, sobre lo que deriva todo el tema que se acaba de explicar.
Implicaciones
Tienen que reflejar la importancia del tema que acabas de abordar y dar pinceladas sobre las implicaciones que éste tiene en tu labor como docente. Esto quiere decir que las conclusiones nos deben permitir ir más allá de lo que hemos escrito, y facilitarnos miras de futuro, aportando una visión profesional acerca de las implicaciones didácticas que tiene el tema que hemos tratado.
Reflexión
Las conclusiones deben encaminarse a enlazar el tema que acaba de finalizar con otros nuevos temas que den pie a la reflexión, el debate y el análisis. Han de facilitar la apertura de nuevas líneas de investigación y lanzar interrogantes que hagan pensar al Tribunal, dejando un camino claramente abierto. Estamos, así, invitando a que quienes nos lean piensen y debatan con nosotros.
Opinión
Las conclusiones deben proporcionar una opinión personal pero profesional, fundamentada correctamente y, si es preciso, hay que aludir a autores de renombre para apoyar nuestras palabras.
Infografía
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