Resumen: Dada la importancia que la calidad educativa tiene para el futuro de un país, en la última década han tomado especial relevancia las evaluaciones masivas en educación. Una de las más conocidas son las pruebas PISA, realizadas por un importante número de países, en las España no suele obtener buenos resultados en competencia científica. Por ello, realizaremos un estudio de los sistemas educativos de los países que han obtenido mayor puntuación en estas pruebas para dicha competencia, intentando encontrar las claves de un buen sistema educativo que fomente la adquisición y el desarrollo de la competencia científica.
Palabras clave: PISA; Evaluación; Competencia Científica.
Abstract: Due to the importance that the quality of education has to a country’s future, in the last decade the massive evaluation of education systems has acquired special relevance. One of these evaluations is the PISA study, performed by a significant number of countries, on which Spain does not obtain good marks on scientific competence. So, on this paper an analysis will be made of the education systems of those countries which have obtained the best marks on the PISA studies in order to find the key aspects of a good education system that promotes the development of scientific competence.
Keywords: PISA; Evaluation; Scientific competence.
PISA Y LA COMPETENCIA CIENTÍFICA
Índice de contenidos
Programa para la Evaluación Internacional: PISA
PISA es un Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de todo el mundo. Estas pruebas son relativamente recientes, pues vienen siendo realizadas desde el año 2000 y cada 3 años. Hasta el momento se han realizado un total de siete pruebas PISA. Estas pruebas requieren de participación obligatoria de los países miembros de la OCDE, aunque los países que no pertenecen a la misma también pueden someterse a las pruebas de manera voluntaria. De hecho, en las últimas pruebas realizadas, en el año 2018, la participación ascendió a los 79 países, de los cuales pertenecen a la OCDE tan sólo 37.
El objetivo del programa PISA es aportar a los países datos objetivos sobre las capacidades que están adquiriendo sus jóvenes en relación a su sistema educativo, permitiéndoles hacer autocrítica e incitándolos a modificar parcial o totalmente su sistema con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza. Las pruebas se realizan cada tres años con el propósito de aportar a los países algún margen de tiempo para intentar mejorar sus políticas de educación para mejorar sus resultados, los cuales se hacen públicos y, mediante una comparativa global entre los participantes, se establece un ranking en el que cada uno puede ver su situación con respecto a los demás, generando iniciativas de mejora para unos y reconocimiento para otros.
¿Qué evalúan las pruebas PISA?
Las pruebas PISA evalúan tres tipos de competencias: la lectora, la matemática y la científica y, a pesar de que en cada prueba las tres son sometidas a evaluación, cada año el estudio se centra más en una de ellas.
El rango de edad de los participantes abarca desde jóvenes de 15 años y tres meses hasta 16 años y dos meses. Se ha elegido este intervalo de edad con el objetivo de evaluar las capacidades adquiridas por los estudiantes al finalizar la etapa de la Educación Secundaria Obligatoria, aunque los individuos participantes no necesariamente deben encontrarse en el último curso de esta etapa.
La convocatoria del año 2015 fue la última que se centró en la evaluación de la competencia científica. Analizaremos ahora los resultados obtenidos en esta área.
Evaluación de la Competencia Científica en PISA
Las puntuaciones medias en competencia científica obtenidas por los países que participaron en la convocatoria PISA 2015 pueden consultarse en la gráfica adjunta. A la cabeza se situó Singapur, seguido de Japón, Estonia y Finlandia.
España queda en un discreto vigésimo quinto puesto del total de los 44 países participantes, obteniendo 492,79 puntos. Esto la sitúa por debajo de la puntuación media de los miembros de la OCDE, que ese año fue de 493.20 puntos.
En general, los países pertenecientes a la OCDE obtienen las mejores puntuaciones, mientras que los países no pertenecientes a esta organización suelen ocupar los últimos puestos, como es el caso de Brasil, que quedó en la última posición. No obstante, en este año fue un país no perteneciente a la organización el que obtuvo mayor puntuación.
Cinco son los países que suelen desmarcarse del resto obteniendo excelentes puntuaciones. Entre ellos se encuentran dos países europeos, Estonia y Finlandia.
Pero, ¿qué ocurre con el resto de competencias? ¿Se observa el mismo patrón?
Competencia Lectora y Competencia Matemática en PISA
El rendimiento en la competencia en lectura en PISA 2015 fue ligeramente más bajo que en ciencias, aunque no de manera significativa. La puntuación media de los países pertenecientes a la OCDE fue de 492.55, algo menos de un punto por debajo con respecto a la científica. Singapur, Canadá y Finlandia se llevaron los primeros puestos. La tónica general se mantiene, salvo algunas excepciones como Irlanda, que se cuela entre los primeros cinco puestos, mejorando su decimo cuarta posición en ciencias.
En esta ocasión, España se sitúa dos puestos por encima de la media de la OCDE con 495.58 puntos, y sube a la posición número 22, mejorando un poco los resultados obtenidos en ciencias.
En matemáticas, el rendimiento generalizado es el más bajo de las tres competencias siendo la puntuación media de la OCDE 490.20 puntos, tres puntos por debajo de la competencia científica y algo más de dos por debajo de la lectora. Pese a esto, es la competencia que obtiene el récord en máxima puntuación obtenida por un país, y se trata, de nuevo, de Singapur, que no sólo vuelve a liderar el ranking, sino que además obtiene en competencia matemática la sorprendente puntuación de 564.19 puntos, estableciendo una diferencia de más de 30 puntos con el segundo clasificado, Japón, con 532.44 puntos. España obtuvo 485.84 puntos.
Los países con mejores resultados en Competencia Científica
Los seis países con mayor rendimiento global en PISA 2015 fueron Singapur, Japón, Estonia, Finlandia, Canadá y Corea del Sur.
Estudiaremos los diez puntos más relevantes de cada uno de los sistemas educativos de estos seis países, intentando establecer una comparativa con los puntos coincidentes y discordantes para intentar averiguar cuáles son las claves en la construcción de un buen sistema educativo.
Tanto el sistema educativo de Singapur como el de Japón están basados en la competencia, primando la eficiencia frente a la equidad. Por otro lado, la base del sistema finlandés es totalmente opuesta, ya que se fundamenta en un sistema no competitivo en donde no se hacen valoraciones numéricas y se respeta el ritmo de cada estudiante huyendo de las pruebas estandarizadas. Ambos sistemas han demostrado obtener muy buenos resultados en PISA, así que, pese a tener diferencias en principio tan importantes, ambos parecen funcionar perfectamente. Quizá esto no sea tan importante, y la clave de un buen sistema educativo resida en sus puntos coincidentes.
En cuanto al número de horas lectivas, Finlandia y Japón se contraponen. El primero apuesta por poca carga lectiva, propiciando el descanso y el juego, mientras que el segundo invierte en clases de refuerzo y de estudio extraescolares. Ambos sistemas parecen funcionar muy bien, así que, aunque este punto también parecía crucial, finalmente resulta no tener relevancia.
Sin embargo, coinciden en varios e interesantes puntos (ver Figura 2):
- Formación del profesorado
Un punto coincidente en todos los sistemas exitosos en PISA es su visión sobre lo elemental de la inversión en la formación del profesorado, procurando su actualización constante y procurando la innovación educativa. Es importante señalar que algunos sistemas apuestan por realizar evaluaciones a los docentes a lo largo de su trayectoria profesional. Otro aspecto clave es el respeto que el prestigio social les confiere. Son muy valorados porque son los mejores en su campo y eso les confiere autoridad y respeto, tanto fuera como dentro del aula. La formación del profesorado debe ser la base del sistema educativo y sólo deben acceder los mejores.
- Enseñanza crítica
La educación debe estar orientada a enseñar a pensar y a razonar, no sólo a memorizar contenidos. Los mejores sistemas educativos se centran es el fomento del aprendizaje crítico y en la formación de estudiantes que sean capaces de juzgar la realidad y tomar sus propias decisiones. También, adquiere un valor esencial la capacidad creativa, siendo una cualidad de vital importancia en la resolución de problemas y en el crecimiento personal y profesional futuro.
- Inversión en educación y tecnología
La inversión en educación y en nuevas tecnologías es imprescindible para un país. Es algo absolutamente prioritario. Para que el sistema educativo sea completamente inclusivo será importante cubrir los gastos de libros de texto, comidas escolares y transportes para familias con escasos recursos. Algunos países proporcionan libros de texto de manera gratuita a todo el alumnado y casi todos coindicen en invertir recursos y esfuerzos en la mejora tecnológica de los centros educativos.
- La educación como base de un país
Hay que entender la educación como base para el desarrollo económico y social de un país. Los países que presumen de mejores resultados son también los estados que consideran la formación de los alumnos de hoy como una necesidad crucial, pues serán los profesionales del mañana. La base de la economía está en la educación que los estudiantes reciben y por ello su formación es un aspecto prioritario para avanzar social y económicamente.
- Sistema educativo flexible
La educación debe ser individualizada, adaptada a cada alumno y a sus características. El sistema educativo debe ser abierto y flexible, adaptable a cada estudiante en particular, dejando atrás la idea de que son los alumnos quienes deben amoldarse al sistema establecido. Por ello es tan importante la diversificación de la educación en función de las habilidades o intereses del alumnado, así como el desarrollo de las inteligencias múltiples.
- Enfoque en el sistema laboral
La educación debe preparar para la vida, a la formación de ciudadanos responsables y profesionales competentes que garanticen el bienestar de las naciones. Los sistemas educativos, entonces, han de orientarse al mundo laboral, a los sectores en donde desarrollarán su actividad los alumnos cuando se conviertan en profesionales. Solamente teniendo en cuenta las características y necesidades del mundo laboral podrán formarse los perfiles profesionales adecuados para cada ámbito.
- Aprendizaje de idiomas
Fomentar el aprendizaje de idiomas es crucial para capacitar a los individuos a desarrollarse en entornos sociales y laborales internacionales. Debido a los avances tecnológicos de nuestra sociedad, estamos en contacto constante con ciudadanos de otras culturas y con otras lenguas maternas. Nuestra sociedad exige a los profesionales preparación para poder desenvolverse en ambientes internacionales diversos, y el lenguaje no puede ni debe ser una traba para ello.
Como vemos, es muy fácil comprobar que la formación y el respeto social del profesorado y la inversión en educación y en nuevas tecnologías son algunos de los pilares básicos para el desarrollo de un buen sistema educativo, junto con otros puntos clave como la enseñanza basada en competencias y en resolución activa de problemas.
Todos estos aspectos han resultado ser parte de la estabilidad legislativa que impera en los países más avanzados en los resultados de las evaluaciones internacionales de sus estudiantes. Entender la importancia de la educación para el desarrollo de un país y el fomento del aprendizaje de idiomas como ciudadanos pertenecientes a una sociedad globalizada también es uno de los factores que parecen indicar el éxito educativo.
También parece ser muy beneficiosa la implantación de metodologías activas que tomen al alumno como eje fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje, enseñándole a pensar de manera crítica y reflexiva, mejorando sus capacidades de toma de decisiones y alentándolo a elaborar su propio conocimiento, en lugar de orientarlo tan sólo a la memorización pasiva de contenidos. En este sentido, enseñar a pensar al alumno es especialmente relevante en el desarrollo de la competencia científica.
Así pues, podemos decir que se establece la necesidad de un cambio profundo en el paradigma metodológico imperante, donde el alumnado adquiere contenidos que no son aplicables a la realidad, olvidándose de competencias con las que poder desenvolverse en la sociedad. Para cambiar las antiguas metodologías es necesario un cambio en los tradicionales sistemas de evaluación porque, como establece Perrenoud (2008), los métodos ordinarios de evaluación frenan el cambio de las prácticas pedagógicas.
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